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HOMOSEXUALIDADRelaciones de gais y lesbianaspor Phil Bartletraducción de E.B.Revisión y Edición: Lourdes SadaFolleto de adiestramientoEn una utópica familia ideal, no hay lugar para las relaciones homosexuales.Sin embargo (lo que realmente es, y no lo que debería ser), la actividad ha estado presente desde hace largo tiempo, se encuentra incluso en la vida animal no humana, y estadísticamente se la relaciona principalmente con el tamaño y densidad de la población. En algunas obras de la literatura antigua y clásica, se constata que se consideraba aceptable en ciertos círculos de las primitivas comunidades griegas y árabes. Se reconoce que este tipo de relaciones se producen en colegios de alumnos de un solo sexo, en cárceles y en barcos de larga navegación. El interés actual en la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo es afín, sobre todo, a los temas de derechos humanos, más que a los movimientos antirracistas de otros tiempos y lugares. Ver capítulo siete. El matrimonio confiere numerosos derechos legales y económicos, entre ellos la reducción de impuestos y la reglamentación de la sucesión, consideradas discriminatorias contra aquellos cuyas preferencias sexuales no son heterosexuales. Resulta irónica la oposición al reconocimiento legal de los matrimonios del mismo sexo, especialmente en las iglesias de África, puesto que las iglesias occidentales insisten en los valores cristianos de la tolerancia, el amor, la comprensión y el perdón, mientras que las africanas están regidas por personas que con frecuencia han experimentado en carne propia la intolerancia, la maldad, el prejuicio y la discriminación racial. Durante los años 70, cuando hacía mi doctorado en África, hice amistad con un licenciado estadounidense que era homosexual. Me contó que conocía la existencia de una comunidad homosexuales de cerca de seiscientos hombres en la capital del país. Este hecho contradecía directamente lo que los africanos afirmaban con frecuencia: que en África, la homosexualidad se consideraba antinatural y su práctica no existía. También entrevisté a una mujer de gran cultura que señaló que las relaciones homosexuales (llamadas "supi" en la lengua local) eran comunes en las escuelas de chicas jóvenes y con frecuencia continuaban hasta mucho después de su graduación, aunque las mujeres se casaran, tuvieran hijos, e incluso disolvieran sus matrimonios heterosexuales para casarse de nuevo. Hoy en día, la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en Europa y en Norteamérica es un punto adicional al reconocimiento social de que no existe un solo tipo de familia ideal y que un estudio sociológico riguroso sobre la familia debe reconocer el prejuicio inherente –y la intención conservadora– que se desprende del hecho de hablar de una utópica familia "tradicional" y monolítica. Hay muchos temas sociológicos relacionados con la homosexualidad. Estos son sólo algunos. Le invitamos a que proponga más. ──»«──Si copia algún material de este sitio, por favor, mencione al autor |
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