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EL TABÚ DEL INCESTOAversión al temapor Phil Bartletraducción de E.B.Revisión y Edición: Lourdes SadaFolleto de adiestramiento¿Por qué los seres humanos consideramos al incesto un tema tabú?La mayor parte de las personas en la mayoría de las sociedades aborrece profundamente las relaciones sexuales incestuosas. No nos referimos con esto al abuso sexual contra niños, sino a las relaciones heterosexuales, con consentimiento o no, entre madre-hijo (como Edipo), padre-hija (como Electra o Mirra) o hermano-hermana (como Zeus y Hera), sin importar la edad. Como sucede a menudo en nuestra sociedad actual, que exagera la importancia de las llamadas explicaciones científicas, especialmente las biológicas, muchos de nosotros nos inclinamos a creer que el tabú del incesto tiene un origen biológico, que es un elemento de protección causado por nuestra evolución. No es así. Cuando dos parientes cercanos tienen relaciones sexuales, los hijos que puedan engendrar no tienen por qué estar directamente condenados a sufrir una enfermedad o degeneración, como mucha gente cree. Sólo se produce una intensificación de las características ya existentes. Hay mayor probabilidad de que se manifiesten genes recesivos. El efecto no es muy diferente del que deriva de varias generaciones de matrimonios entre primos, matrimonios que han practicado, y aún practican, cientos de culturas de todo el mundo. Si el factor que se intensifica es negativo o fatal, como sucedía en las familias reales europeas (que sufrían hemofilia), entonces se manifestará a su debido tiempo. Los fuertes sentimientos negativos que tenemos acerca del incesto están lejos de ser una simple repugnancia hacia las uniones entre primos, y la biología no es suficiente para explicar ese grado de repugnancia. Si observamos a todos nuestros parientes primates, veremos que todos ellos, excepto los seres humanos, practican el incesto de una u otra forma. En consecuencia, sospechamos que el tabú se remonta a un período cercano a los mismísimos orígenes de la humanidad, a los orígenes de la cultura humana. Nosotros relacionamos el origen de la cultura con algo parecido al uso de herramientas sofisticadas y complejas, mientras que los demás primates utilizaban herramientas simples, y de un lenguaje sofisticado y complejo, mientras que otros primates utilizaban formas simples del lenguaje. Sospechamos ahora que estas tres características –las herramientas, el lenguaje y el tabú del incesto–están relacionadas entre sí y relacionadas a su vez con el origen de la humanidad. Según el tabú del incesto, las personas deben buscar pareja en otros grupos, y ese intercambio ha sido necesario para comunicarse y desarrollar sus herramientas. Las familias primitivas, basadas en el tabú, formaban parte de aquellas que desarrollaron la cultura, la tecnología y la cooperación, y sobrevivieron, mientras que nuestros primos más cercanos (¿los neanderthal?) no lo lograron. Como sea. La familia, en sus distintas formas, parecen estar entre nuestras instituciones sociales más primitivas, y las comunidades se encuentran entre las diversas instituciones que se fueron desarrollando como extensiones de esas familias. Dichas comunidades, que eran necesarias por el tabú del incesto, se fortalecieron con la tecnología y su existencia fue posible gracias al uso de un lenguaje complejo. Aunque que el tabú aparece como lo más cercano que tenemos a una institución universal –otro argumento a favor de su temprana aparición en la sociedad humana– existen casos en los que no sólo se permite sino que es obligatorio. El incesto entre hermano y hermana se practicaba, por ejemplo, en las familias reales de Tahití y en las antiguas dinastías de Egipto. Estas últimas eran aristocracias africanas, que pudieron haber sido también el origen de la descendencia por línea materna de África occidental, a través de las migraciones transaharianas. En los casos conocidos de matrimonios reales entre hermanos, la explicación reside en el alto grado de jerarquía que estaba en juego, y en que se consideraba que los reyes eran dioses o estaban por encima del nivel humano. Entre los dioses, se practicaba el incesto sin que hubiera protestas morales, y por tanto, era una forma de colocar también a las familias reales de esas sociedades muy por encima de la gente común. Usted no tiene por qué creer este argumento. Pero debe tenerlo presente y debe poder demostrar que lo conoce, si se le pregunta sobre él en un examen. ──»«──Si copia algún material de este sitio, por favor, mencione al autor |
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