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IMPLICACIONES PARA ACTIVISTAS Y COOPERANTESEs preciso un movimiento social de ámbito mundialpor el Dr Phil Bartletradución de Mª Lourdes SadaFolleto de formaciónMovilizar el mundoQUE NO LE INTIMIDEN Una ola mundial de preocupación para corregir cómo se distribuye la ayuda suena intimidante. ¿Lo es? Podemos argumentar que aquí pueden desempeñar un importante papel los activistas y los cooperantes. Puede tener éxito. COMPARE CON EL MOVIMIENTO A FAVOR DEL MEDIO AMBIENTE Aunque no podemos predecir si sucederá o no, o cómo podemos conseguir que el movimiento medioambiental anime a la gente. En Vancouver, allá por 1968, fui testigo del lanzamiento de una pequeña organización llamada SPEC que estaba preocupada por la polución. Hoy, después de que se unieran al movimiento gente como David Suzuki y Al Gore, tenemos una revolución de dimensiones mundiales. Intereses creados muy poderosos, liderados por las compañías petrolíferas, han puesto toda su energía al servicio de un programa de desinformación y negación. La Madre Naturaleza también se apuntó y nos ha dado pruebas del calentamiento global, que también han intentado refutar los que niegan el problema. El movimiento medioambiental no ha ganado aún la partida, pero está claro que hay una fuerte preocupación mundial. Eso es algo que ha costado cuarenta años. Y hay una preocupación más inmediata por parte de la gente que se verá afectada por esta cuestión que por parte de la gente a la que atañe directamente la ayuda internacional. LO QUE NECESITAMOS El movimiento para corregir la ayuda internacional necesitará unas cuantas cosas: Necesitará unos cuantos Al Gores y Davic Suzukis. Necesitará muchos científicos que investiguen el problema actual. Necesitará tiempo, quizá mucho más que el que ha precisado el movimiento medioambiental. Necesitará que los medios de comunicación publiciten los desastres y las ca&%#das. LAS VENTAJAS QUE TENEMOS HOY El movimiento puede contar con unas cuantas ventajas que no existían en el 68. La más importante, internet. DESARROLLAR LA ESTRATEGIA Necesitamos una estrategia. La gente que ha oído hablar de la yuda internacional tiene al menos una vaga idea de que las cosas no van bien. Debemos aprovechar este tibio sentimiento de fracaso. La gente que toma las decisiones no han detectado reacciones negativas contra el método caritativo. Tenemos que encontrar los medios de hacerles llegar este necesario rechazo. Tenemos que reclutar activistas. Cientos de activistas. Ya. Tenemos que recabar aliados en los medios de comunicación, en los gobiernos, en la educación. Tenemos que estimular la formación de muchos grupos a favor del movimiento. Tenemos que evitar un exceso de adoctrinamiento, reglas e interpretaciones rígidas. Tenemos que ser conscientes y estar preparados para contrarrestar a los reaccionarios con sus intereses creados. Tenemos que controlar nuestro vocabulario y evitar las palabras como «reaccionario». :-) Tenemos que evitar convertir el movimiento en una sola organización. Es mejor crear muchas organizaciones pequeñas. Tenemos que pensar positivamente, animarnos y elogiarnos entre nosotros. SUPERVISAR EL PROCESO Como la solución no pasa por una sola organización, sino por muchos grupos pequeños de ámbito local, es especialmente necesario supervisar e informar sobre cómo van las cosas y cuáles son los próximos pasos a dar a lo largo de todo el proceso. Puesto que cualquier cambio de dirección y la prevision de los siguientes pasos son importantes para todos, hacen falta varios supervisores y se debe encontrar la forma de que sus observaciones lleguen a todos. Cada supervisor debe concentrarse en lo que preocupa a la gente y encontrar la forma ─utilizando los medios de comunicación e internet─ para mantener informados a todos los grupos locales. CONCLUSIÓN La forma en la que se distribuye la ayuda internacional es un grave error. Corregir este problema exige una profunda revisión de la ayuda: enfocarla hacia el desarrollo sostenible en lugar de entregarla como caridad. También requiere una considerable reestructuración y cambios en la forma de operar, especialmente en lo que se refiere a las agencias de ayuda, a los gobiernos destinatarios y a sus funcionarios. Este documento, parte de un programa de formación para activistas y cooperantes, sugiere que esos importantes cambios sólo pueden producirse si existe un movimiento social de alarma que influya en los responsables de tomar las decisiones entre los donantes y los receptores de las ayudas. También apunta la forma de llevar a cabo estos cambios. ––»«––Si
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