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HISTORIA 3
Querían aliviar la pobreza
Traducido
por Mª Lourdes Sada
Ejemplo
Breves historias para ilustrar los principios
Los
concejales de New Vancouver, una cómoda ciudad rural de un país rico, hicieron
un viaje de buena voluntad al extranjero, visitando un país de baja renta. Volvieron
a casa llenos de entusiasmo con la idea de que la gente de su ciudad podía ayudar
a aliviar la pobreza que habían visto.
De
vuelta en casa enseñaron las diapositivas que habían tomado. «¡Zapatos! -dijo
un concejal- Los maestros no llevan zapatos. Podemos mejorar la educación enviándoles
zapatos». Y así empezó la campaña. La gente donó los zapatos que ya no usaba,
zapatitos de bebé, botas de invierno, zapatillas de ballet, botas de vaquero, pantunflas,
sandalias de ceremonia. Enviaron un contenedor y se pusieron de acuerdo con el Ministerio
de Bienestar Social para distribuir el calzado a los maestros.
Seis
meses después uno de los concejales hizo una visita de seguimiento para comprobar
el efecto de la donación de calzados. No era gran cosa. Muchos de los maestros seguían
yendo a clase descalzos y reservaban los zapatos para ocasiones importantes. El concejal
deseaba saber qué pasaba, así que salió a tomar una copa con uno de los gestores
del programa ministerial de movilización. «Sabe, estos programas sólo alivian
el problema temporalmente, pero no lo solucionan. Para reducir la pobreza de forma
sostenible tenemos que encontrar formas de generar o crear nueva riqueza. Los regalos
no satisfacen esta condición, se limitan a enseñar a la gente a esperar más regalos».
Muy desanimado, el concejal volvió a casa con la tarea de concienciar a sus paisanos.
Nota:
Estas historias están basadas en hechos reales. Los nombres de personas y lugares
se han modificado para preservar el anonimato.
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© Derechos de autor 1967, 1987, 2007 Phil Bartle
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––»«––Última actualización: 01.09.2011
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