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LA DIMENSIÓN POLÍTICApor Phil Bartletradución de Ianire Basabe, Revisión y Edición: Lourdes SadaFolleto de adiestramientoEn términos sencillos, la dimensión política de la cultura y sociedad es sólo una cuestión de poderMientras que la política y las ciencias políticas tratan otros temas, como las ideologías políticas, la dimensión política de la sociedad se limita al poder, y relega la ideología a la dimensión de valores. Los partidos políticos son instituciones, y pertenecen a la dimensión institucional o interactiva. Al igual que las seis dimensiones culturales, y las dimensiones físicas de anchura, longitud y profundidad, la dimensión política es una creación que se basa en la razón más que en la observación, y solo existe en nuestra mente. No es intrínseca a la cultura, ni es un aspecto de la misma, es una dimensión. Es como cuando tenemos “dos” manzanas; la “dualidad” no es característica de las manzanas, sino de nuestra mente. El poder, junto con el prestigio y la riqueza, es uno de los tres elementos de las desigualdades sociales o de clase que estudian los sociólogos. La dimensión política se encuentra en todas las entidades sociales o culturales, desde la interacción más pequeña, como una pareja (dos personas), a todo un país. Al igual que un lápiz, ya sea corto o largo, siempre tiene una longitud, los grupos –o instituciones– ya sean pequeños o grandes, tienen una dimensión política. Los interaccionistas simbólicos prefieren estudiar a un nivel básico, de grupos pequeños, y cómo se ejerce el poder en los mismos. Aunque tanto la sociología funcionalista como la del conflicto estudian un nivel superior, sus interpretaciones son muy diferentes. Los funcionalistas ven el sistema político nacional tal y como es en la superficie, un conjunto de instrucciones que tienden a mantener el equilibrio entre los grupos que compiten por el poder, de forma que las decisiones nacionales reflejen los valores de la mayoría. La sociología del conflicto contempla una “élite de poder” compuesta principalmente por los líderes de las corporaciones, que ostentan casi todo el poder, a menudo de forma encubierta. El objetivo de esta élite de poder es mantener un sistema de privilegios para aquellas personas en la cima del sistema de clases del país. Dos o tres amigos están caminando por la calle. Al acercarse a un cruce, uno sugiere que giren y sigan por otra calle. La persona que hace la sugerencia esta intentando ejercer el poder. El hecho de que giren o no indica la cantidad de poder que tiene esa persona en ese momento. Llamamos "acéfalos" (que significa "sin cabeza") a los pequeños grupos informales (como tus amigos en la calle) y a las cuadrillas (se encuentran normalmente en sociedades recolectoras y cazadoras) que no tienen un líder formal permanente. El liderazgo es informal, temporal y efímero. Canadá toma una decisión nacional al elegir a su primer ministro. Todos los acontecimientos que entran en juego (reuniones de partido, campañas, votaciones) están relacionados con la dimensión política, debido a que se va a elegir a una persona que ostentará muchísimo poder. Podremos entender mejor la dimensión política si estudiamos cómo se ha creado y organizado a lo largo de milenios. Como en la mayoría de los cambios sociales, el desarrollo político ha tendido hacia lo acumulativo: en vez de sustituir, se añaden cosas nuevas a las viejas. Los elementos viejos siguen presentes mientras no resulten discordantes, incluso si ya no son necesarios. Las sociedades más simples tienen un sistema político en el que hay muy poca diferencia de poder entre los más y los menos poderosos. En términos de distribución de poder, es una sociedad muy igualitaria. A medida que la sociedad se vuelve más compleja, aumenta la diferencia entre los más y los menos poderosos. Compare al líder informal de una partida de caza en una sociedad recolectora con el miembro de menos poder del grupo. Muy poca diferencia. En Washington DC, la diferencia entre el Presidente en la Casa Blanca y el conserje de un hotelucho en el centro de Washington es inmensa. La diferencia entre el más y el menos poderoso aumenta a medida que lo hace la complejidad de la sociedad. La forma de poder más informal e igualitario no desapareció con la llegada de la sociedad agrícola, seguida de la industrial. En áreas privadas y domésticas de la sociedad se mantiene una asignación igualitaria e informal del poder, mientras que en el campo público son más comunes los sistemas jerárquicos. Un importante tema que estudian los sociólogos es la diferencia entre el uso legítimo e ilegítimo del poder. Cuando es legítimo se le denomina autoridad, y cuando no lo es, coacción. Desde el surgimiento de las ciudades y estados a causa de la revolución agraria, la cabeza del estado, que en un principio era el rey, ha monopolizado el uso legítimo de la fuerza. Es por eso que el ejército y la policía están estrechamente vinculadas al gobierno, y muchos regimientos de la Commonwealth se llaman “Real” lo que refleja estos antecedentes. Una importante razón para esto es que la violencia, o lo que es más importante, la amenaza de violencia, ha sido un medio útil y eficaz para ejercer el poder. Como dijo Mao Tse Tung, “El poder sale del cañón de una pistola.” En la historia de la humanidad, la política y el ejército siempre han mantenido una especial relación. A lo largo de la historia de la humanidad, a menudo se ha usado la guerra para conseguir objetivos políticos. Ver el texto sobre religión. Aunque, en la superficie, la gran cantidad de guerras religiosas parecen ser conflictos sobre creencias, un análisis más exhaustivo revela sus fines políticos. La sociología del conflicto contempla a la policía como parte de un sistema de justicia cuyo principal objetivo es oprimir a los pobres y a los desamparados. Los politólogos consideran tres clases de sistemas políticos nacionales: monarquías, democracias y dictaduras (en las que se incluyen las oligarquías). Para la mayoría, todos ellos son sistemas de asignación de poder dentro del estado, y sus diferencias radican en la forma de sucesión, en la elección de nuevos líderes tras la muerte o derrocamiento del antiguo. Es más probable que el estado permanezca estable si la sucesión es pacífica y ordenada. Weber observó tres tipos distintos de autoridad. El poder “carismático” se basa en la personalidad del individuo. El poder “tradicional” se basa en la legitimidad de las leyes de sucesión. El poder “burocrático” se basa en las normas racionales de elegir a un sucesor (saluda al rango, no al individuo que lo porta). El término democracia proviene del latín: “demos” significa “el pueblo”, y “cracia” significa “poder”. El lema “El pueblo al poder” es, de hecho, un grito por la democracia. El sufijo “archi” viene del griego, y también significa poder. En una monarquía hay un solo gobernante (el rey o la reina), y “oli” (como en oligarquía) significa pocos. En las monarquías europeas, cuando muere el rey o la reina, la sucesión se suele llevar a cabo por medios tradicionales, es decir, se selecciona automáticamente al hijo mayor. (Esto no es así en las sociedades matrilineales akan, en las que el nuevo líder se elige del linaje materno al que pertenece el rey, el jefe o el anciano: la sucesión no es automática). La sucesión en dictaduras u oligarquías se produce mediante la fuerza del ejército, mientras que en democracias se suele llevar a cabo por medios racionales y legales, como las elecciones. Nuestro sistema político se llama “democracia representativa”, que es una contradicción. Al votar, las personas renuncian al poder en favor de la persona o personas electas, y dejan de tener implicación directa en las decisiones que afectan a la nación o al estado. En la democracia directa todo el mundo está implicado en la toma de decisiones, pero resulta poco práctica en sociedades grandes y complejas, pudiéndose practicar tan sólo en grupos, sociedades, pueblos, comunas residenciales y asociaciones muy pequeños. En el plano mundial, podemos observar dos fuerzas que se mueven en direcciones distintas. Por un lado, a medida que el capitalismo reemplaza al socialismo, observamos un movimiento hacia una economía global. Por el otro, contemplamos un crecimiento del nacionalismo o localismo duro (algunos lo llaman fanático). ––»«––La dimensión política ––»«––Si copia algún material de este sitio, por favor, mencione al autor |
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